La Placita Agrícola, más que un lugar de compra

La Placita Agrícola, más que un lugar de compra, es un espacio para la comunidad

En Finca Bohití, aprendiendo en comunidad.

Muchos de nosotres, cuando pensamos en plazas agrícolas visualizamos un espacio con un ambiente movido, muchas personas y variedad de productos locales. Y sí, la Placita Agrícola definitivamente cumple con estas características - pero también es diferente. Es un espacio familiar: dinámico y lleno de intercambios de conocimientos y aprendizaje. Somos una comunidad unida y cercana, donde el cliente puede llegar y conectar directamente con las personas que sembraron, cuidaron y cosecharon sus alimentos. Es por esto que quiero dedicar el artículo de hoy a este gran círculo de intercambios y la gente detrás de él.

Todo comienza en las fincas agroecológicas que han aceptado el reto de ir contra la norma y crecer alimentos sin uso de químicos o aditivos. Además de esto, no utilizan maquinarias pesadas para evitar compactar el suelo y proteger sus abundantes microorganismos y nutrientes. Esto significa que el trabajo en el campo es más difícil, pero lleva mucho gozo y amor, pues no sólo producimos alimento sino que mantenemos un intercambio de energía, amor y salud con nuestros suelos. No explotamos el suelo para nuestro beneficio, sino que trabajamos de la mano con la naturaleza para recibir y dar vida mientras crecen nuestros alimentos. 

Con esto en mente les presento las 5 fincas que forman parte de este colectivo y son las responsables de los alimentos frescos y ricos que la Placita Agrícola ofrece.

Finca Agroecológica Bohití

Las compañeras cabritas de Bohití.

Finca líder de esta iniciativa, este tesoro está ubicado en barrio Buenavista de Las Marías. A esta finca la manejan Sofía y Jordan junto con su familia con mucha pasión por su siembra y animales. Desde las chiquitinas ayudando con los germinados hasta mamá y papá con el mantenimiento, producción y procesamiento de vegetales, frutas y productos de valor añadido como jugos, bizcochos, chocolate, café y muchas cosas más. Esta familia dedica la gran mayoría de su tiempo a este acto de servicio y amor con la meta de inspirar a otros a un mejor estilo de vida. Puedes visitar su página web para ver todo lo que ofrecen, ¡(incluso tours de sus facilidades)!

Finca El Impulso:

Jugo de zanahoria local y orgánico.

 Localizada en Mayagüez, esta finca la lidera Pedro Dones, un hombre que cree en un Puerto Rico auto-sustentable, con un banco de conocimiento inmenso y dispuesto a compartirlo con toda su gente.  Este proyecto lo corren dos agricultores que lo dan todo por Puerto Rico, que aceptaron el reto y se han comprometido con el reto  desde el día 1 por echar pa’ lante este sueño de alimentar a nuestra gente con comida fresca, local y sin químicos. Esta finca produce vegetales, frutos y productos como agua de coco, jugo de zanahoria, salsas como el pesto y mucho más.

Finca Café Conuco:

Esta joya de Las Marías la corren Juan y su esposa Migdalia, dos seres que les apasiona su trabajo. Producen frutos, vegetales y ¡mucho café! Esta finca es un ejemplo de la pasión y amor que conlleva la siembra. Preparan todo con mucha presencia y empeño, desde seleccionar los productos, hasta tostar las diferentes variedades de café. En familia, se dividen el trabajo administrativo de la finca (el diseño de logos y empaques, crear recetas, administración).

El ferrocemento es un material de construcción que surge de la mezcla de cemento, arena, malla de alambre y agua. El uso de este material es más asequible que la construcción con cemento armado. Una de las características que lo distingue es su ligereza, y su resistencia al fuego y a los terremotos. Por esto y por la rapidez de su implementación, nos pareció un material muy útil para el acabado exterior de la cabaña ya que brinda protección a bajo costo y sin agregar peso innecesario a la estructura de madera.

Micofilia:

Ubicada en Añasco, este proyecto de setas lo corre  Robert. Robert maneja estos macrohongos (que parecen obras de arte por sus colores, texturas y patrones) por su cuenta lo que asegura que tu producto pasa por muy pocas manos antes de llegar a ti. Es una producción muy meticulosa, que requiere mucho control y observación, y él nos entrega sólo lo mejor de su inventario. Este agricultor, al igual que todos en el colectivo, tiene un conocimiento muy grande de sus productos.

Plenitud PR:

Cosecha + café lista para el mercado.

Nuestro proyecto cuenta con una sombrilla de programas que se entrelazan de la misma forma en que todos estamos conectades. Nuestro equipo de agricultura (¡del que yo formo parte!) consta de 7 agricultores, cada cual con mucho amor y pasión por su tierra. 

La comunidad es el motor del proyecto, y servimos a los pueblos de Las Marías, Mayagüez, Rincón y Arecibo. 

Recuerdo mi primera vez entregando los alimentos a los clientes, mi mente no podía conceptualizar que las compras podían ser divertidas. Sin embargo, me di cuenta que la gente no sólo venía a recoger su compra. Venían a conectar y compartir con gente que conocen y a quien quieren, a conversar sobre la cosecha de la semana, recomendarse menús, alimentos, recetas familiares e interactuar desde el amor y el respeto. Veía a los agricultores y clientes compartir semillas, métodos ancestrales de cultivar y procesar alimentos, ¡hasta botas, gorros y equipos! 

Más que una plaza del mercado, la Placita Agrícola es un intercambio constante entre las fincas de la comunidad y la gente a la que sirven.

Hay una sensación particular de presencia, aún dentro del ajetreo de hacer compra. Y funciona de forma simbiótica, porque gracias a sus compras el agricultor puede seguir viviendo de su tierra. 

Tenemos poder sobre lo que ingerimos.

En lo personal, esta experiencia haciendo compra me ha abierto la mente a nuevos alimentos que nunca antes había visto en supermercados, y al poder que tenemos de decidir lo que pasa por nuestro cuerpo. Esto, además del impacto positivo que ha tenido comer productos recién cosechados en mi salud, comparado con alimentos que llevan meses en camino a nuestra isla. Esta opinión también la comparten nuestros clientes: consumir cosecha de la Placita Agrícola trae una gama de beneficios - desde la salud, hasta el costo. Varios de nuestros clientes tienen negocios locales y así sabemos que el impacto va más allá de cocinar en la casa - vemos que es posible que todo el mundo coma alimentos de calidad.

Y cada semana sentimos la esperanza por un mejor sistema alimentario.

Si nos lees y te inspira la Placita Agrícola, pero estás lejos, quiero alentarte a que seas el cambio que quieres ver en el mundo.  Recuerda que puedes crear una iniciativa agroecológica en tu comunidad, e invitar a fincas locales a unirse. ¡Si tenemos muchas fincas pequeñas produciendo por toda la isla tendremos una red de alimentos libre de químicos, frescos y llenos lleniiiiitos de amor disponibles durante todo el año! Puedes ser parte de esta iniciativa, no importa dónde estés. Visita nuestra página, y únete a nuestro chat de WhatsApp para mantenerte al día con este proyecto. 

Placita Agrícola: Come local, vive saludable.


Karina Merced Arzola

Karina N. Merced Arzola estudió Educación Especial en la universidad de Puerto Rico recinto de Rio Piedras y se certificó como productora agroecológica en el curso del Josco Bravo durante el 2022. Se integró al equipo de Plenitud en abril del 2023 como parte del programa AmeriCorps VISTA. Su rol actualmente es ser coordinadora de cosechas y control de calidad, donde busca mantener el nivel más alto en nuestros productos para la comunidad. Adicional estará asistiendo en la creación de material educativo en la finca. Sus pasiones son la música, los animales, educar la niñez, estar en la naturaleza y crear arte. En su tiempo libre le gusta explorar a Puerto Rico, escuchar música, conectar con la naturaleza y hacer artesanía para sus seres queridos.

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