Encontrando Estabilidad en el Amor

Cuando sientes que todo comienza a deshacerse, cuando las expectativas que tenemos del mundo se sienten cual alfombra que es arrebatada de debajo de nuestros pies, ¿qué podemos hacer? ¿Dónde conseguimos suelo firme para levantarnos?

Es bastante fácil sentir que no hay lugar para estar firmemente en pie, que la inseguridad es demasiado abrumadora para aprender a levantarnos nuevamente. Ninguna persona tiene un marco de referencia previo sobre cómo manejar los retos de este tiempo, por lo que es muy natural sentirse en un estado de “limbo”,  un espacio indefinido entre la inestabilidad y la desconexión. 

Recordemos tratarnos con compasión, aún cuando no sepamos qué hacer, reconociendo que estamos frente a un territorio de cambios y desafíos inexplorados. ¡Está más que bien admitir que no sabemos! Hay humildad en admitir que no sabemos algo, nos permite ser creativos y recibir el futuro de forma significativa.

Si vemos este tiempo como una pizarra en blanco y nos hacemos más humildes reconociendo que no tenemos todas las respuestas, podemos aprender profundamente de este momento y transformar nuestra perspectiva de lo que puede ser posible. 

La experiencia de no-saber tiene el potencial de llevarnos a un espacio el cual Budistas Zen llaman la ‘mente de principiante’. Es un estado en el que reconocemos que este momento, en esencia, es completamente nuevo. Cada momento nuevo llega con inmenso potencial de enseñarnos algo significativo. No importa que traiga desafios, gozo, inseguridad o calma; cada momento nos ofrece siempre la oportunidad de aprender algo nuevo sobre nosotros mismos. La mente de principiante significa receptividad, curiosidad e interés genuino en lo que podemos aprender sobre la vida estando en contacto con ella.

Esta cualidad de receptividad o apertura es algo que practicamos en la finca de Plenitud PR. Así como todas las demás personas, no tenemos un sentido claro ni completo de lo que ha de venir, y esa incertidumbre es tan relevante para nosotros como es para toda la gente en el planeta. Desde este espacio de “no saber”, nos esforzamos por hacer lo mejor que podamos para servir en cada momento, permitirnos ser resilientes y mantenernos atentos a cómo podemos cuidar de nuestras comunidades a pesar de los desafíos.

Así que vamos a tomar un respiro, permitiéndonos estar en paz con el sentimiento de no conocer el porvenir y veamos si podemos usar esta apertura para encontrar ‘tierra firme’, mientras el planeta continúa cambiando. Si podemos encontrar la valentía de navegar a través de esta experiencia de no-saber e ir más allá del instinto de resistir, podemos hallar un espacio de estabilidad interior en el cual descansar, recuperarnos y continuar al servicio de los demás. 

En Plenitud PR, lo que siempre nos ha mantenido en pie a través de los momentos difíciles es encontrar estabilidad en el amor.

Recordemos que no hay nada que el amor no pueda transformar y que toda acción enraizada en servir con amor tiene el potencial de exponernos a experiencias de resiliencia, valentía y crecimiento. Cuando el amor es nuestro fundamento, la vida se convierte en una práctica activa de aprendizaje sobre cómo servir mejor al mundo, sin importar los retos que se presenten.

El amor nos trae a este momento, en lugar de alejarnos de él. Y mediante él, aprendemos a adentrarnos en la vida con coraje y con compromiso de servir, porque reconocemos que nuestras acciones tienen un impacto genuino en todo lo que nos rodea. Si nuestras acciones están ancladas en el amor, tenemos la habilidad de crear una experiencia transformadora para el bienestar de otras personas. 

Servir con amor reconoce que la vida es valiosa e importante. Que nuestras vidas están inherentemente unidas a las demás vidas, y que tenemos la habilidad de traer paz y gozo a la vida de otras personas bajo cualquier circunstancia.

Como seres humanos, tenemos la responsabilidad de cuidarnos unos a otros y ahora más que nunca debemos vivir esta responsabilidad momento a momento. Sea a través de una llamada telefónica a tu abuelo, donando lo que puedas a un refugio o cocinando para una amiga, todo servicio hecho con amor se convierte en un fundamento inquebrantable a través del cual todo se hace posible. El amor nos permite reconocer la frescura del momento y su infinita posibilidad, mediante la práctica de cuidar la vida a través del servicio amoroso. 

Puede haber profunda estabilidad en esta práctica. Servir amorosamente fomenta el que confiemos en la calidad de cada actividad que hacemos, y que continuemos en busca de lo que es posible. Una excelente forma de vivir esto es recordando todas las formas en las cuales estamos siendo apoyados por los demás ahora mismo.

Aquí una buena práctica para recordar, por el anfitrión televisivo Mr. Rogers (salta al minuto 1:28 en el video):

 
 

El futuro puede ser incierto, pero podemos llenar la falta de conocimiento realizando acciones de amor, que, paso a paso, ayudarán a sanar y a armonizar todo. Si vivimos de esta forma, el futuro estará lleno de personas que se cuidan mutuamente. Ya estamos viendo esto suceder mundialmente ahora mismo. Mientras que definitivamente estamos atravesando una ‘noche oscura’, existen lámparas de amor encendidas por aquellas personas que reconocen la estabilidad y la fuerza inherente en cada ser humano. 

Que todos recordemos que, así como somos amados, debemos esforzarnos para hacer de cada momento una oportunidad para amar a las demás personas. Cuando extendemos este amor mediante acciones que sirvan para el bienestar de la vida en el planeta, creamos nuevo fundamento sobre el cual levantarnos. 

¡Deseándote paz y bendiciones de parte del equipo de Plenitud!


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